El gobierno argentino busca inspiración en el modelo económico peruano para enfrentar su crisis económica. ¿Es posible replicar el éxito de Perú en un contexto tan diferente?
El atractivo del modelo económico peruano
En las últimas décadas, Perú ha sido reconocido en América Latina por su notable estabilidad macroeconómica y sostenido crecimiento económico. Este modelo, basado en políticas liberales, una inflación controlada y un manejo fiscal prudente, ha permitido al país reducir la pobreza y convertirse en un referente en la región.
En contraste, Argentina enfrenta una de las crisis económicas más graves de su historia reciente: inflación de tres dígitos, deuda externa descontrolada y una pérdida constante del poder adquisitivo de su población. Ante este panorama, el presidente Javier Milei ha expresado su intención de mirar hacia el modelo peruano como inspiración para solucionar los problemas estructurales de su economía.
¿Qué características del modelo peruano llaman la atención?
El éxito de Perú se fundamenta en varios aspectos clave:
- Estabilidad macroeconómica:
Desde los años 90, Perú ha mantenido políticas fiscales responsables que han permitido controlar el déficit y evitar crisis de deuda. - Inflación baja:
Con un promedio de inflación del 2-3% anual durante décadas, el país ha protegido el poder adquisitivo de su población y fomentado un clima de inversión estable. - Apertura económica:
Perú ha establecido tratados de libre comercio con numerosos países, diversificando su economía y aumentando sus exportaciones, especialmente en sectores como la minería y la agricultura. - Inversiones privadas:
La atracción de inversiones extranjeras ha sido crucial para el crecimiento de sectores clave, impulsando proyectos de infraestructura y creación de empleo.
Estos elementos han sido posibles gracias a una combinación de reformas estructurales, gobernanza técnica en el manejo de la economía y un entorno político que, aunque imperfecto, ha respetado en gran medida las reglas del mercado.
Diferencias fundamentales entre Argentina y Perú
Si bien el modelo peruano es atractivo, implementarlo en Argentina implica enfrentar varios desafíos:
- Inflación y política monetaria:
Argentina sufre de una inflación crónica que ha superado el 120% anual. En Perú, el Banco Central tiene un historial de credibilidad que ha permitido mantener la inflación baja. Argentina necesitaría fortalecer su política monetaria y recuperar la confianza en su moneda, algo que Milei planea abordar mediante la dolarización. - Dependencia de la minería:
Perú ha basado gran parte de su crecimiento en la exportación de minerales, especialmente cobre y oro. Argentina, aunque rica en recursos naturales, no tiene la misma estructura minera desarrollada ni la misma capacidad para atraer inversiones en este sector. - Estructura laboral y social:
En Perú, un alto porcentaje de la población trabaja en el sector informal, mientras que en Argentina las regulaciones laborales y los derechos sindicales están mucho más arraigados. Adaptar el modelo peruano podría generar tensiones sociales significativas en Argentina. - Entorno político:
La polarización política y la falta de consensos en Argentina dificultan la implementación de reformas de largo plazo. En Perú, aunque también existe inestabilidad política, las bases económicas han permanecido relativamente estables durante décadas.
¿Es viable replicar el modelo?
Milei ha señalado que Perú es un ejemplo de cómo políticas liberales pueden transformar una economía. Sin embargo, replicar este modelo no es tan sencillo como copiar políticas. En primer lugar, Argentina necesitaría reconstruir instituciones clave, fortalecer su Banco Central, atraer inversiones y reducir la corrupción para generar confianza en los mercados.
Otro aspecto importante es la mentalidad social. En Perú, la población ha aceptado las bases de una economía de mercado como pilar de desarrollo. En Argentina, existe un fuerte debate ideológico entre las ventajas del libre mercado y las políticas intervencionistas.
Además, el éxito del modelo peruano se ha visto favorecido por factores externos, como la alta demanda global de minerales. Argentina tendría que identificar sectores clave donde pueda competir internacionalmente, como la agroindustria o el desarrollo de energías renovables.
El riesgo de las comparaciones
A pesar de las diferencias, hay lecciones que Argentina puede aprender del caso peruano:
- Disciplina fiscal:
Priorizar la reducción del gasto público innecesario y evitar déficits crónicos puede ayudar a estabilizar las finanzas del país. - Políticas de apertura:
Integrarse más al comercio global, a través de acuerdos comerciales y reformas para atraer inversiones, puede diversificar la economía y fomentar el crecimiento. - Fortalecer las instituciones:
La transparencia y la estabilidad en el manejo económico son esenciales para generar confianza entre los inversionistas.
Sin embargo, es crucial que las comparaciones entre ambos modelos no lleven a decisiones apresuradas. Cada país tiene su propia historia y contexto, y las soluciones que funcionaron en un lugar no necesariamente tendrán los mismos resultados en otro.
Conclusión
El interés de Argentina en el modelo peruano refleja la búsqueda desesperada de una salida a su crisis económica. Si bien hay aspectos positivos que pueden ser adaptados, el éxito dependerá de un enfoque integral que tome en cuenta las particularidades del contexto argentino. Más allá de adoptar políticas, será necesario un cambio profundo en la gobernanza, la mentalidad social y la estructura productiva del país.
Perú puede ser una guía, pero el camino de Argentina hacia la recuperación requerirá más que imitar un modelo: necesitará soluciones innovadoras y un compromiso político y social de largo plazo.