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Qué es una DANA
La DANA es una depresión atmosférica que produce lluvias torrenciales en el Mediterráneo, especialmente en otoño. Su aumento reciente está vinculado al cambio climático, intensificando riesgos de inundaciones y daños en zonas vulnerables.

¿Qué es una DANA?

La DANA es una depresión atmosférica que se forma en niveles altos, específicamente en altitudes de entre 5.000 y 9.000 metros. A diferencia de las depresiones en superficie, esta ocurre cuando una masa de aire frío se separa del flujo atmosférico general, como las corrientes en chorro que rodean el planeta. Este proceso crea un «embolsamiento» de aire frío aislado que circula a altitudes elevadas y que suele afectar de manera particular a la zona del Mediterráneo.

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¿Cómo se Forma?

En la atmósfera, existen intensas corrientes de aire, conocidas como chorro polar y chorro subtropical, que separan el aire frío del aire más cálido. Sin embargo, estas corrientes no se desplazan en línea recta sino con ondulaciones que pueden llegar a «estrangularse» y separarse de la corriente principal. Así, se forma una burbuja de aire frío, que al quedar aislada, es conocida como DANA. Este proceso crea inestabilidad atmosférica y, en presencia de temperaturas cálidas y humedad, da lugar a tormentas fuertes.

DANA vs. Borrascas y Tormentas

Es importante no confundir la DANA con otros fenómenos meteorológicos como las borrascas o las tormentas. A diferencia de una borrasca polar, que afecta tanto niveles altos como bajos, la DANA solo se manifiesta en los niveles superiores de la atmósfera y no tiene un reflejo directo en la superficie. Además, el término «gota fría» proviene de la traducción literal del alemán «kaltlufttropfen» (gota de aire frío), y aunque antes se usaba para describir cualquier precipitación intensa, el ámbito profesional ahora prefiere el término DANA.

¿Por qué es Peligrosa la DANA?

La DANA es un fenómeno potencialmente peligroso, especialmente en verano y otoño, cuando las temperaturas del Mediterráneo alcanzan niveles elevados. Esto aumenta la humedad en el aire y provoca un contraste térmico significativo con el aire frío en altura. Este gradiente térmico crea condiciones ideales para lluvias torrenciales, lo que a su vez puede generar inundaciones graves y afectaciones en áreas costeras y del interior.

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Uno de los ejemplos más impactantes de una DANA fue en octubre de 1973, cuando afectó gravemente a las provincias de Almería, Granada y Murcia, en España. En este evento, se registraron precipitaciones de hasta 600 mm en 24 horas, causando inundaciones y la pérdida de varias vidas. Este tipo de eventos, aunque ocasionales, tienen un potencial destructivo considerable en las áreas afectadas.

Cambio Climático y Frecuencia de la DANA

En los últimos años, las DANAs han sido cada vez más frecuentes e intensas en España y otras zonas del Mediterráneo. Los expertos sugieren que el cambio climático puede estar relacionado con el aumento de las temperaturas en el Mediterráneo, lo que crea condiciones más propensas para este tipo de fenómenos. Este calentamiento intensifica la capacidad de la atmósfera de retener agua, lo que se traduce en precipitaciones más intensas, aunque menos frecuentes. Algunos estudios incluso han indicado que, en días de lluvia intensa, la cantidad de precipitación ha aumentado en comparación con décadas pasadas.

Precauciones y Alerta

La presencia de una DANA no siempre significa desastre, pero es fundamental tomar precauciones debido a su potencial destructivo en áreas con infraestructuras vulnerables o cercanas a ríos y costas. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España recomienda mantenerse informado y tomar las debidas precauciones en temporadas donde la DANA es más frecuente.

Este fenómeno no es exclusivo del verano y otoño; aunque con menor intensidad, puede producirse en cualquier época del año. Sin embargo, el impacto es mayor en los meses posteriores al verano, cuando el mar Mediterráneo retiene altas temperaturas.