El fuego arrasa Lima mientras damnificados claman por ayuda
CRONOLOGÍA DEL DESASTRE: EL FUEGO QUE NO DA TREGUA
Lima arde. En menos de tres días, la capital ha sido escenario de tres incendios devastadores que han dejado muerte, destrucción y caos. Desde el lunes 3 de marzo, el fuego ha arrasado con edificios históricos, almacenes clandestinos y viviendas en Barrios Altos, Ancón y el Cercado de Lima.
El primer incendio en el jirón Cangallo, Barrios Altos, comenzó en un almacén clandestino y ha consumido más de 10 quintas en el Centro Histórico. Cuatro días después, aún sigue sin control. Las llamas han colapsado edificaciones enteras y puesto en riesgo a miles de familias.
El segundo incendio, en el asentamiento humano Cachuy, en Ancón, se desató el jueves 6 de marzo por la mañana. El saldo más trágico: un niño de 7 años murió calcinado mientras intentaba salvar a su mascota. Más de 20 casas fueron destruidas y decenas de familias lo perdieron todo.
El tercer incendio, en un edificio del Jr. Camaná, cerca de Plaza San Martín, ocurrió casi en simultáneo con el de Ancón. Si bien los bomberos lograron sofocarlo, puso en evidencia la falta de medidas de seguridad en edificios comerciales y oficinas del Cercado de Lima.
Tres incendios en menos de 72 horas. ¿Casualidad o consecuencia de una Lima descuidada y sin control?
BARBIROS ALTOS: EL INCENDIO QUE NO SE APAGA
El fuego en Barrios Altos sigue activo después de más de 72 horas y ha sido catalogado como Código 4, el nivel más alto de emergencia. La falta de agua, las tuberías obsoletas y los almacenes clandestinos llenos de material inflamable han convertido esta zona en una bomba de tiempo.
Expertos han señalado que la ciudad carece de una red de agua contra incendios. Las tuberías no soportan la presión necesaria para abastecer a las escalas telescópicas de los bomberos, quienes han tenido que improvisar piscinas para recargar sus mangueras.
Mientras el fuego sigue consumiendo edificios y viviendas, decenas de familias han pasado la noche en la calle, sin apoyo del Estado. Los damnificados exigen ayuda, pero nadie responde.
ANCÓN: TRAGEDIA, MUERTE Y UNA COMUNIDAD DESTROZADA
Apenas unas horas después de la explosión de Barrios Altos, otro incendio sacudió Lima. Esta vez, en el asentamiento humano Cachuy, en Ancón. Las llamas arrasaron 27 viviendas en cuestión de minutos. La informalidad en la construcción y la falta de acceso al agua facilitaron la rápida propagación del fuego.
El incendio cobró la vida de un niño de siete años, quien, en un intento desesperado, ingresó a su vivienda en llamas para salvar a su mascota. Su madre, en shock y con graves quemaduras, se encuentra hospitalizada en estado crítico. Ancón no solo perdió casas, sino una vida inocente.
La tragedia golpeó con fuerza, pero la respuesta del Estado ha sido mínima. Los vecinos han tenido que organizarse solos, mientras esperan ayuda que nunca llega.
CERCADO DE LIMA: UN INCENDIO MÁS Y LA INCAPACIDAD DE LA CIUDAD
Mientras el fuego seguía devorando Barrios Altos y Ancón lloraba la pérdida de un niño, otro incendio paralizó el Centro de Lima. El jueves 6 de marzo, un edificio en el jirón Camaná ardió en llamas.
El fuego comenzó en el segundo piso de un local comercial y se extendió rápidamente. Los bomberos lograron sofocarlo, pero la evacuación del inmueble expuso fallas en las medidas de seguridad. Trabajadores quedaron atrapados y las escaleras de emergencia estaban inhabilitadas.
Lima no solo arde, también colapsa por la negligencia.
¿EXTORSIONADORES DETRÁS DEL INCENDIO EN BARRIOS ALTOS?
Las investigaciones han revelado un dato escalofriante: el incendio en Barrios Altos pudo haber sido provocado. La Policía ha capturado a seis integrantes de la banda criminal “Las Panteras del Amanecer”, quienes estarían detrás del fuego.
Mensajes encontrados en sus teléfonos detallan órdenes para incendiar depósitos en la zona, presuntamente como una medida de presión contra comerciantes que se negaron a pagar cupos. El incendio no solo es una tragedia, sino un crimen organizado.
¿DÓNDE ESTÁ EL GOBIERNO? SILENCIO ANTE EL CAOS
Mientras la ciudad enfrenta el desastre, las autoridades siguen sin respuestas claras. Sedapal ha enviado cisternas, pero el agua sigue sin ser suficiente. El Ejército ha apoyado con logística, pero las familias damnificadas siguen sin un techo ni alimentos.
El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha declarado que se está evaluando la entrega de un bono para los afectados. Sin embargo, hasta ahora, nada se ha concretado.
Por otro lado, la presidenta Dina Boluarte sigue sin pronunciarse. ¿Dónde está la mandataria mientras Lima se consume?
EL INCENDIO AÚN NO SE EXTINGUE: ¿QUÉ SIGUE AHORA?
A pesar del esfuerzo de los bomberos, el fuego en Barrios Altos sigue activo y podría tardar hasta el domingo 9 de marzo en ser extinguido por completo. La situación es crítica, pues los niveles de contaminación del aire han aumentado peligrosamente en Lima, Rímac, El Agustino y San Juan de Lurigancho.
Mientras tanto, cientos de familias damnificadas siguen sin apoyo, la informalidad sigue cobrando vidas y la capital sigue expuesta a más tragedias.
¿Qué debe pasar para que las autoridades reaccionen?
¿Se tomarán medidas para evitar nuevos incendios o solo se esperará la próxima tragedia?
¿El fuego que consume Lima es el reflejo del abandono de toda una ciudad?
