Derrame en Refinería de Talara impacta 10.000 m² de mar; pescadores y trabajadores turísticos exigen justicia y compensaciones. Fiscalía investiga a Petroperú por contaminación ambiental.
El derrame de petróleo ocurrido en la Refinería de Talara, operada por Petroperú, ha sumido a la comunidad de Lobitos en una crisis ambiental y económica. Este desastre, detectado durante maniobras en el terminal submarino, ha afectado 10.000 metros cuadrados de mar y ha dejado a más de 2.000 personas sin ingresos.
“El mar tiene manchas negras, hay animales muertos y todo esto nos deja sin trabajo”, expresó Jorge Periche, líder de los pescadores artesanales, quien lamentó el daño ecológico que ya se extiende a playas icónicas como Las Capullanas, El Anchón, Palizada y La Bola.
Impacto ecológico y pérdida de biodiversidad
El daño es evidente en la fauna marina. Tortugas, cangrejos, delfines y pulpos han aparecido muertos en las costas, mientras que las rocas cubiertas de petróleo dificultan la recuperación de especies como el percebe, esencial en la gastronomía local. Según Alex Uriarte Ortiz, de OEFA, se confirmó que el área dañada incluye sedimentos, agua y fauna afectada.
Reacciones de las autoridades locales
El alcalde distrital de Lobitos, Ricardo Bancayán, denunció que más de 1.500 habitantes que dependen de la pesca y el turismo están en peligro económico. Por su parte, el alcalde provincial de Talara, Sigifredo Zárate, exigió sanciones contra Petroperú y pidió acciones urgentes del Gobierno para atender la crisis.
Respuesta de Petroperú y medidas en curso
Petroperú minimizó el impacto, calificándolo de “derrame menor” y afirmando que se activó un plan de emergencia con 350 personas trabajando en la limpieza. Sin embargo, Oceana Perú criticó que los trabajadores no cuentan con equipos de protección adecuados.
Mientras tanto, la Fiscalía Provincial de Sullana abrió una investigación preliminar contra Petroperú por presunto delito de contaminación ambiental. La supervisión de OEFA y Osinergmin busca determinar responsabilidades y dictar sanciones.
El clamor de los afectados
“Vivimos del mar, no del petróleo”, afirmó Jorge Periche. Los pescadores exigen compensaciones por los días de trabajo perdidos y advierten que, de no recibir apoyo, organizarán movilizaciones. Restaurantes y hoteles también enfrentan pérdidas económicas debido al daño ambiental que aleja a los turistas.
Un desastre que recuerda tragedias pasadas
El derrame en Lobitos evoca el desastre de 2022 en la Refinería de La Pampilla, operada por Repsol. Incidentes como este evidencian la necesidad de una regulación más estricta y medidas preventivas para proteger las comunidades costeras.
