El presidente Yoon Suk Yeol declara ley marcial para combatir “fuerzas comunistas”, mientras crecen las tensiones políticas y sociales en el país.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, sorprendió al país al anunciar la instauración de la ley marcial. Esta decisión incluye el cierre inmediato del Congreso, la suspensión de partidos políticos y el control de los medios de comunicación. En un discurso televisado, Yoon justificó la medida como necesaria para proteger el orden democrático frente a las “fuerzas comunistas” que, según él, amenazan la estabilidad de la nación.
“Declaro por la presente la ley marcial de emergencia para salvaguardar nuestra democracia de las amenazas comunistas”, afirmó el mandatario.
Medidas drásticas: cierre del Congreso y prohibición de actividades políticas
El comandante Park An-su, encargado de implementar estas disposiciones, detalló que la orden prohíbe cualquier actividad política, incluidas las reuniones de la Asamblea Nacional y los consejos locales. Las manifestaciones públicas también quedan suspendidas.
La situación se enmarca en un conflicto entre el gobernante Partido del Poder del Pueblo y la oposición, liderada por el Partido Democrático, que controla la mayoría parlamentaria.
Acusaciones contra la oposición
Yoon Suk Yeol acusó a los legisladores opositores de convertir el Congreso en “un refugio para criminales” y de paralizar al gobierno con fines políticos. Además, señaló que los recortes presupuestarios realizados por la oposición han comprometido la seguridad pública.
“La oposición busca derrocar nuestro sistema democrático liberal. Estas medidas son inevitables para garantizar la estabilidad del país”, subrayó el presidente.
Protestas y tensiones sociales
La declaración de la ley marcial desató una oleada de protestas en todo el país. Manifestantes se reunieron frente al edificio del Parlamento en Seúl, exigiendo la renuncia del presidente. Algunos grupos lograron detener vehículos militares y rodearon instalaciones gubernamentales.
El corresponsal internacional Mike Valerio informó desde el lugar: “La multitud exige que el presidente renuncie tras este giro autoritario”.
División en el propio partido de Yoon
Incluso miembros del Partido del Poder del Pueblo, al que pertenece el presidente, instaron a Yoon a levantar la ley marcial. Durante una reunión, se alcanzó un consenso para pedirle que acepte la resolución parlamentaria que bloquea la medida.
La ley surcoreana obliga al presidente a acatar esta decisión, pero hasta el momento Yoon no ha dado señales de retroceder.
Un país dividido: ¿hacia dónde se dirige Corea del Sur?
La tensión entre el gobierno y la oposición ha escalado desde que esta última ganó las elecciones parlamentarias en abril, bloqueando iniciativas clave del Ejecutivo. La crisis actual es el punto culminante de meses de confrontaciones políticas y escándalos de corrupción que han debilitado la popularidad de Yoon.
El mandatario enfrenta ahora el desafío de estabilizar un país dividido, donde la ciudadanía exige respuestas ante lo que muchos consideran un giro autoritario.