El canciller peruano, Jaime Gálvez Delgado, acusó al embajador de Canadá, Louis Verret, de inmiscuirse en asuntos internos, tras cuestionar una ley que limita la financiación extranjera de las ONG en Perú.
En un tenso intercambio diplomático, el canciller peruano Jaime Gálvez Delgado increpó al embajador de Canadá, Louis Verret, por sus comentarios sobre una controvertida ley en Perú que busca restringir la financiación extranjera de las organizaciones no gubernamentales (ONG). Este enfrentamiento tuvo lugar en la residencia del embajador canadiense, donde Gálvez Delgado expresó su descontento por lo que calificó como una interferencia en los asuntos internos del país.
La ley en cuestión, impulsada por el gobierno peruano, propone limitar el flujo de fondos internacionales hacia las ONG, bajo el argumento de proteger la soberanía nacional y evitar la influencia externa en la política interna. Sin embargo, críticos como Verret advierten que esta medida podría afectar negativamente a las organizaciones que trabajan en derechos humanos y desarrollo social.
El embajador canadiense había manifestado anteriormente su preocupación de que esta legislación pudiera restringir el espacio cívico y limitar las actividades de las ONG, esenciales para la democracia y el desarrollo en Perú. Estas declaraciones provocaron la reacción de Gálvez Delgado, quien insistió en que la legislación es una prerrogativa soberana del Estado peruano y no debería ser objeto de críticas externas.
La confrontación refleja un creciente malestar en las relaciones diplomáticas entre Perú y Canadá, en un contexto donde las tensiones sobre la influencia extranjera en la política nacional están en aumento. A medida que esta ley avanza en el proceso legislativo, el debate sobre su impacto continúa polarizando opiniones tanto dentro como fuera del país.