Control. Después de los fantasmas de precios vistos en más de tres años, se visualiza una normalización del ritmo inflacionario, con una cifra inferior a países de Europa y EE.UU.
Durante el 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Lima Metropolitana, considerado como barómetro de la economía peruana, cerró con una tasa de 1,97%, cifra menor a la proyectada de 2,1% por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Este logro no se veía desde el 2020, año en que también se registró el mismo nivel inflacionario.
En contraste, los años posteriores al 2020 trajeron consigo un fuerte incremento en los precios, afectando severamente la economía familiar. En el 2021, la inflación alcanzó un 6,21% debido al impacto de la pandemia de COVID-19. En 2022, el panorama fue aún más crítico con una inflación de 8,48%, mientras que en 2023, aunque hubo una disminución, el índice aún quedó fuera del rango meta, cerrando en 3,24%.
El regreso a la estabilidad: factores detrás del éxito
Expertos señalan que la baja inflación de 2024 se logró gracias a una combinación de políticas monetarias acertadas y factores externos controlados. Según Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, “desde mediados de año ya se esperaba cerrar dentro del rango meta, algo favorable comparado con países como Europa (2,3%) y Estados Unidos (2,7%), que aún enfrentan niveles inflacionarios superiores a los deseados por sus bancos centrales”.
Entre los factores internos, destaca la moderada reducción de la tasa de interés en respuesta al lento ritmo de la Reserva Federal (FED). Esto permitió al BCRP mantener la estabilidad del tipo de cambio y evitar presiones inflacionarias. En su última reunión de diciembre, el ente emisor decidió pausar los recortes y mantuvo la tasa en 5,0%.
El impacto en los precios al consumidor
A lo largo de 2024, los productos y servicios más afectados por el alza de precios incluyeron menús en restaurantes, pasajes de taxis, pensiones universitarias privadas, gas doméstico y tarifas de agua potable. Sin embargo, estas alzas fueron compensadas por la disminución en productos clave como huevos, papa amarilla, choclo, palta y mango.
En términos regionales, las ciudades con mayores variaciones fueron Tarapoto (3,1%), Ica (2,7%) y Ayacucho (2,6%), mientras que Huancavelica destacó como la única con una variación negativa (-0,46%).
¿Qué esperar para el 2025?
El BCRP proyecta una tasa de inflación del 2,0% para el 2025, manteniéndose dentro del rango meta. Según Odar, aunque podrían surgir riesgos como aumentos en precios de combustibles o productos agrícolas, no se prevé un impacto significativo.
“Podríamos acercarnos al 2,5% en un escenario de riesgo, pero no parece haber factores estructurales que compliquen la estabilidad inflacionaria”, afirmó. No obstante, advierte sobre posibles efectos de políticas proteccionistas en Estados Unidos, especialmente si el expresidente Donald Trump retoma medidas más agresivas.
El rol del BCRP en la estabilidad económica
Luis Arias Minaya, economista destacado, elogió la política monetaria del BCRP por su capacidad de mantener la inflación dentro del rango meta durante nueve meses consecutivos. Esto refuerza la percepción de confianza en las instituciones financieras peruanas, cuya labor ha sido esencial para devolver la estabilidad tras años de incertidumbre económica.
Conclusión
El cierre de la inflación en 2024 dentro del rango meta es un logro significativo para el Perú, marcando un retorno a la estabilidad económica tras años de fluctuaciones. De cara al 2025, el panorama parece alentador, aunque con ciertos riesgos potenciales que requerirán atención por parte de las autoridades.