La FIFA confirma a Arabia Saudita como anfitrión del Mundial 2034, en medio de críticas por derechos humanos y acusaciones de “sportswashing”.
La FIFA confirma la decisión
Arabia Saudita fue designada oficialmente como la sede del Mundial 2034 durante el Congreso de la FIFA celebrado recientemente. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, hizo el anuncio destacando que el país árabe fue la única candidatura en competencia tras el retiro de Australia en 2023.
“Es un honor anunciar que Arabia Saudita será el anfitrión de la Copa del Mundo 2034. Felicitaciones a nuestros amigos saudíes”, expresó Infantino en una ceremonia que se transmitió mayormente de manera virtual.
Estadios futuristas y promesas ambiciosas
Arabia Saudita ha propuesto un proyecto ambicioso que incluye 15 estadios distribuidos en cinco ciudades. Sin embargo, ocho de estos estadios aún no existen, mientras que tres están en construcción. Entre las promesas más destacadas se encuentra un estadio en la futurista ciudad de Neom, suspendido a 350 metros del suelo y accesible únicamente mediante vehículos autónomos.
El estadio King Salman International en Riad será el escenario de apertura y clausura, con capacidad para 92,000 espectadores. Aunque las propuestas parecen innovadoras, surgen dudas sobre si estas promesas se cumplirán, especialmente considerando el historial reciente en Qatar 2022, donde las condiciones de los trabajadores fueron severamente cuestionadas.
Derechos humanos en el centro del debate
La confirmación de Arabia Saudita como sede ha reavivado las críticas hacia la FIFA por no exigir compromisos claros en materia de derechos humanos. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han alertado sobre la explotación laboral y las restricciones a las libertades individuales en el reino saudí.
En Arabia Saudita, las relaciones entre personas del mismo sexo son penalizadas, el consumo de alcohol está prohibido y las mujeres enfrentan significativas desigualdades sociales. Estas condiciones plantean interrogantes sobre la experiencia que tendrán los aficionados internacionales durante el evento.
Sportswashing: ¿una estrategia calculada?
Arabia Saudita ha invertido más de 6,000 millones de dólares en deportes desde 2021, desde la creación de la liga de golf LIV hasta su incursión en el fútbol. Muchos critican que estas acciones buscan lavar la imagen internacional del país, eclipsando un historial cuestionable en derechos humanos.
El término “sportswashing” se refiere al uso de eventos deportivos para desviar la atención de temas controvertidos, y esta designación parece ser un claro ejemplo. No obstante, Gianni Infantino defendió la decisión, afirmando que eventos de esta magnitud pueden generar “cambios sociales positivos”.
¿Qué esperar del Mundial 2034?
A pesar de las críticas, Arabia Saudita promete un torneo inolvidable, con estadios de última generación y un despliegue de modernidad. Sin embargo, el desafío no será únicamente logístico, sino también reputacional.
La próxima década será clave para observar si el país cumple con sus promesas y si la FIFA toma medidas más estrictas para garantizar condiciones justas para todos los involucrados.