El gobierno designa al nuevo directorio tras dos meses de incertidumbre, con Narváez liderando una gestión que promete reestructuración y transparencia en la estatal petrolera.
Después de casi dos décadas, Alejandro Narváez vuelve a Petroperú como presidente del directorio, enfrentando una situación financiera crítica y una disminución significativa de la participación en el mercado. Con un historial en la compañía y una experiencia en administración pública y privada, Narváez tiene como misión recuperar el posicionamiento de la estatal y mejorar su estructura organizativa.
En sus primeras declaraciones, Narváez se mostró optimista, afirmando que su gestión estará enfocada en el bienestar de la empresa y del país. El directorio que lo acompaña ha pasado por cambios recientes debido a la renuncia de algunos miembros, lo que indica las tensiones internas alrededor de su nombramiento.
Crisis financiera y renuncias en el directorio
El nombramiento de Narváez no ha estado libre de controversias. Durante la primera jornada, los directores Carlos Lezameta y Robert McDonald renunciaron debido a su desacuerdo con la designación de Narváez. Sin embargo, la mesa directiva, compuesta por seis miembros, mantiene el quórum necesario para tomar decisiones cruciales en la empresa.
El expresidente de Perupetro, Aurelio Ochoa, comentó que el nuevo equipo cuenta con los votos necesarios para llevar adelante sus decisiones, con el voto doble de Narváez en caso de empate. Este respaldo formal es fundamental, considerando que Petroperú necesita acciones inmediatas para resolver su delicada situación financiera.
Transparencia y nuevas estrategias para el 2025
Uno de los enfoques principales de Narváez será apostar por la transparencia, algo considerado esencial por expertos como Jorge Manco Zaconetti, investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Manco recomienda que el directorio de Petroperú se traslade a Talara durante los primeros seis meses de gestión para evaluar el estado de la Nueva Refinería de Talara, cuya planta de flexicoking opera actualmente al 80% de su capacidad.
Además, la producción de esta unidad está por debajo de la meta establecida, generando solo 17,000 barriles por día en lugar de los 22,000 previstos. Lograr que la refinería alcance su capacidad plena es uno de los objetivos de Narváez, quien busca llevarla al 100% en el primer trimestre de 2025.
Auditoría y diálogo con los acreedores
El nuevo directorio también se enfrenta a una deuda significativa, y Narváez ha anunciado su intención de establecer un diálogo con los acreedores y proveedores para cumplir con los compromisos financieros. Otra de sus propuestas es realizar una auditoría forense que permita entender las causas de la actual situación financiera y definir un plan de recuperación que sea transparente y enfocado en la sostenibilidad a largo plazo.
El plan incluye, además, revisar el estado del Lote 192, actualmente bajo la gestión de Altamesa, y trabajar en el reflojamiento del Oleoducto Norperuano con el apoyo de las comunidades locales. Estas medidas buscan no solo estabilizar la empresa, sino también reactivar la producción y garantizar la operación continua de los activos estratégicos de Petroperú.
Confiep critica el nombramiento de Narváez
Algunos sectores de la opinión pública, incluyendo la Confiep, han cuestionado la idoneidad de Narváez para el puesto. Alfonso Bustamante, presidente de Confiep, expresó su preocupación, señalando que el liderazgo de Petroperú requiere de una figura que inspire confianza y cuente con experiencia técnica en negociaciones contractuales, debido a los desafíos actuales de la empresa.
Bustamante criticó la elección de Narváez, considerando que su historial no necesariamente responde a las expectativas del mercado y los inversionistas, quienes esperan un directorio profesional y técnico que revitalice la compañía con sangre nueva.
Desafíos y perspectivas para Petroperú
Con una planta moderna en Talara y un mercado de hidrocarburos en constante transformación, Petroperú tiene una serie de retos que superar. La reestructuración de la compañía, según lo propuesto en el informe de Arthur D. Little, es una prioridad para lograr la sostenibilidad y atraer nuevamente la confianza del público y de los inversionistas.
Narváez y su equipo también enfrentan la presión de reducir los gastos operativos de Petroperú en un 10% para finales de 2024 y en un 30% para 2025, como parte de las medidas implementadas por el gobierno. De esta manera, la compañía podría superar la crisis y posicionarse nuevamente como un líder en el mercado de combustibles de Perú.
Con su designación, Alejandro Narváez marca el inicio de una nueva etapa para Petroperú, que requerirá un enfoque integral de transparencia, disciplina financiera y compromiso con la eficiencia operacional.