La vacancia por incapacidad moral, desde sus orígenes constitucionales hasta hoy, refleja recurrentes choques entre Ejecutivo y Legislativo, generando inestabilidad política que se agrava por gobernantes débiles y un Congreso dominante.

Un recorrido histórico de crisis, confrontaciones y usos políticos de la figura constitucional
Recuerdo que el colegio, era más sencillo responder a la pregunta de la tutora o profesora de civismo, respecto de cuánto es que dura el período presidencial en el país, la respuesta inmediata era recitada como un coro, allá por los años 2000. Cabe precisar que a dicha respuesta, le surgía como una excepción notoria el turbulento gobierno de Fujimori. Así mismo, recuerdo con nostalgia como en los deberes para el hogar, tenia que comprar mi lámina en la biblioteca en donde se distinguía a los presidentes del Perú y sus periodos. Hoy en día, los jóvenes ya han prescindido de las láminas para sus tareas escolares, principalmente porque todo puede ser fácilmente encontrado e impreso en internet; empero, si aún nos mantuviéramos en dichos años en los cuales se usaban láminas escolares, ya no se podría precisar si determinado presidente culminaría su periodo, teniendo que actualizarse las láminas cada cierto tiempo.
En la actualidad; y hace algunos pocos años, se ha popularizado el término de la Vacancia Presidencial; misma que se encuentra ligado al término de Incapacidad Moral. Al respecto resulta necesario realizar un pequeño resumen de los antecedentes de tal popular figura de la vacancia presidencial.
Luego de las someras referencias en las Constituciones del 1823 o 1826, podríamos decir que en la Carta de 1828 se utilizó el termino de restricciones para alguno supuestos que posterior, serian establecidos como causales de vacancia, referidas a la imposibilidad del Ejecutivo en interferir o suspender elecciones constitucionales ni las sesiones del Congreso; y 2, anota que el presidente no podía ausentarse del territorio nacional sin permiso alguno. Con tales antecedentes, observamos que en la Constitución de 1834, es la primera referencia en donde explícitamente se contempla el término “vacancia”, siendo que en el artículo 80° señalaba: “El Presidente vaca por muerte, admisión de su renuncia, perpetua imposibilidad física, destitución legal y término de sus periodo constitucional”. Es con la Carta de 1839 que se introduce el término “perpetua imposibilidad física o moral”.
En la actual Constitución de 1993; misma que regula la figura de la vacancia en términos idénticos a los de la Carta de 1979, se han mantenido las causales que datan incluso desde la Constitución de 1933. Sin embargo, para el presente artículo que deseo compartir con ustedes, nos ceñiremos únicamente al inciso 2 del artículo 113° de la actual Constitución; y cito: “Su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso”.
Para los registros de nuestra historia se tiene que, José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, fue el primer presidente vacado en 1823 por el Congreso, cuando se transitaba por un turbulento periodo de consolidación de la Independencia, sin embargo, no olvidemos que el término vacancia recién fue introducido en 1834 y la incapacidad moral en 1839, por lo que esta primera “vacancia” no tuvo un sustento legal explicito, y la historia nos ha demostrado que fue el contexto versaba por pugnas políticas entre Riva Agüero y el Congreso. Posterior a ello, en 1914 Guillermo E. Billinghurst Angulo, también fue vacado en su mandado de presidente de la República en aplicación de la causal de incapacidad moral, como en el caso que lo presidió, fue por disputas con el Congreso de turno en su intento de disolverlo. Para finalizar, el caso registrado de Fujimori, quien desde Japón pretendió renunciar a la Presidencia del Perú, siendo que el Congreso rechaza tal solicitud y por el contrario declara el Legislativo, la vacancia por incapacidad moral.
Ahora bien, si no situamos en el periodo del mandato del Alejandro Toledo, con ocasión de los escándalos relacionados con la destitución del Juez Supremo José Antonio Silva Vallejo; y apoyado con el siempre reducido índice de aprobación que padece el mandatario, se discutió en el Congreso la posibilidad de aplicar la causal de vacancia por incapacidad moral del presidente. Sin embargo, en aquel entonces, no existía una regulación prevista en el Congreso respecto a la vacancia presidencial por incapacidad moral, con lo cual incluso se llegó a debatir que para acordar la vacancia bastaría con una mayoría simple. Ante tal razonamiento, el Tribunal Constitucional tuvo que pronunciarse, exhortando al Congreso a legislar un procedimiento y la necesidad de una votación calificada para poder declarar la vacancia presidencial por la causal prevista en el inciso 2 del artículo 113° de la Constitución.
Resumidos los antecedentes tal como los hemos expuesto, revisemos que ha venido ocurriendo en nuestro país, este último milenio con el tema de la vacancia presidencial por incapacidad moral. Podríamos decir que, a partir del 2016, el Perú se ha convertido en un país ingobernable, siendo que en aquel entonces asumió el poder Pedro Pablo Kuczynski, el cual se encontraba directamente enfrentado con la mayoría congresal liderada por el partido de Keiko Fujimori. Tan solo 1 año y 8 meses duro en el cargo presidencial el popular PPK, el pasado 23 de marzo de 2018, luego que PPK renuncio a la presidencia, producto de lo asediante que fueron los escándalos en los que se veía inmerso en el entonces PPK (los Mamanivideos). El mismo 23 de marzo de 2018, Martín Vizcarra asumió la presidencia, y luego de un progresivo desgaste de las relaciones entre el Congreso y Gobierno, el 30 de setiembre de 2019, Vizcarra disolvió el Parlamento Nacional. Posteriormente en 2020 se plantearon dos mociones de vacancia presidencial, la primera en setiembre no reunió los votos necesarios, y la segunda en octubre se logró vacar a Martín Vizcarra.
Merino asumió el poder, sin embargo, producto de las protestas populares, renunció a los 08 días de haber asumido el cargo, esto es el 15 de noviembre de 2020. Lo sucedió Francisco Sagasti, quien asumió la presidencia por acuerdo del Congreso, para completar el accidentado periodo presidencial 2016-2021, el mandato de Sagasti duro 08 meses, en donde también se tentó un proceso de vacancia presidencial por incapacidad moral , el cual no prosperó, finalizó entregando el poder en la fecha prevista del 28 de julio de 2021.
Realizada las elecciones “normales”, y en una “reñida” contiendo en segunda vuelta con la incansable Keiko Fujimori, Pedro Castillo, asume el poder. Las críticas no se hicieron esperar para el electo presidente, recordemos que en nuestra historial congresal, siempre ha sido ocupada mayoritariamente por el partido del Fuerza Popular, ocupando una cantidad significativa de curules en el Congreso. Pedro Castillo, estuvo en el ojo de la tormenta por la designación cuestionable de familia y amigos en claves puestos del gobierno, se le sindicaba ser cabecilla de una Organización Criminal que operaba desde Palacio de Gobierno. Se le presentaron dos mociones de vacancia sin éxito; y, antes de debatir una tercera moción, Castillo pretendió dar un golpe de Estado, el cual quedará en los registro de la historia de nuestro país como el más hilarante, siendo que ante la flagrancia de los hechos se le logró vacar por incapacidad moral luego de 1 año y 5 meses, el pasado 07 de diciembre de 2022.
Ese mismo día, Dina Boluarte asumió la presidencia de la República, convirtiéndose en al primera mujer en ocupar el máximo cargo de la Nación en más de 201 años de historia. Ahora bien, es de popular conocimiento que la ahora Ex presidenta fue vacada el pasado 10 de octubre de 2025, mediante una sesión express, en la que con 118 votos a favor, ninguno en contra y sin abstenciones, se declaró su vacancia por la notoria incapacidad moral. Podríamos decir que, tal acuerdo total del Congreso, también marca un hito en la historia.
Sabemos perfectamente que tristemente nuestro país se desangra con el creciente aumento de la inseguridad, siendo las extorsiones el núcleo del desequilibrio en la confianza de la sociedad hacia sus Gobernantes, a ello, si le sumamos las sorpresivas respuestas que ofrecía la Ex presidenta, colmaba la paciencia hasta de los más pequeños de la casa, sus comentarios dejaban mucho que desear, y la inocua actuación al respecto de una lucha frontal contra la delincuencia, fueron los pilares para que el Congreso decidiera su vacancia en un procedimiento que no tuvo objeciones o posturas en contrario. Esa misma madrugada asume el cargo el actual presidente José Jeri, quien ya tiene en su haber, las protestas realizadas el pasado 15 de octubre dejando; nuevamente, muertos y heridos, en lo que podría representarse cómo el Perú se desangra.
Parece que; como Nación, hemos caído en un bucle, donde llegan al Poder personas que no han sido elegidas democráticamente, o no conscientemente, puesto que muchos no logran entender que cuando se vota por un candidato, este viene con un plancha de vicepresidentes (como en el caso de Boluarte o Vizcarra), sin embargo, lo realmente preocupante es que, la moción de censura por incapacidad moral permanente, parece ser el arma favorita del Congreso para interpelar el mandato presidencial. Si revisamos nuestra historia, encontramos que tal parece estamos cometiendo los mismos errores, y la razón primigenia de la primera vacancia parece repetirse en nuestra historia reciente; vale decir, incompatibilidades entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Solo el tiempo, nos mostrará el camino para no seguir incurriendo en tales malas decisiones al momento de elegir a nuestros gobernantes; sin embargo, considero que, la población, debería poner mayor atención a la elección de los congresistas y no al presidente en si, puesto que parece que quien gobierna en el Congreso, maneja los hilos del país.

Abg. Manuel Abarca
Docente de Derecho Penal y Procesal Penal
EGEC PERÚ