Transportistas marchan al Congreso y exigen un plan anti-extorsión YA, mientras Lima sufre bloqueos, desvíos de la ATU y alzas de pasajes en rutas críticas.
Tercer día de protestas. Choferes y cobradores de líneas urbanas de Lima y Callao marchan hacia el Congreso tras bloquear accesos en San Juan de Lurigancho (SJL) y tramos de la Panamericana Norte y Sur. Reclaman seguridad frente a extorsiones, atentados y asesinatos en rutas clave. El gremio anuncia un paro de 48 horas (27 y 28 de septiembre) y advierte continuidad “indefinida” si no hay respuestas.

¿Por qué estalló el nuevo paro?
- Ola de violencia: en la última semana se reportaron balaceras contra buses (Línea 41, Vipusa, Santa Catalina, Las Flores, La 57, Huáscar) y un chofer gravemente herido en VES. Dirigentes denuncian cobros de cupos simultáneos por varias bandas, con montos de “S/20.000 de inicio y S/4.000 mensuales”, y amenazas escritas pegadas en parabrisas.
- Sensación de desamparo: los transportistas acusan a PNP, ATU y Ejecutivo de una respuesta tardía o insuficiente. “Nos estamos desangrando”, repiten en cámaras. Piden presencia policial real en paraderos, trazas de ruta y terminales.
- Costos y tarifas: ante el riesgo y los pagos coercitivos, algunas rutas han elevado pasajes en 0,50 soles, afectando a usuarios que ya sufren congestión y retrasos.
- Efecto contagio: el bloqueo inicial en SJL (Óvalo Zárate, av. Wiesse, av. Central) se replicó en Puente Piedra (Tres Ruedas) y marchas lentas por Panamericana Norte/Sur, articulándose con la protesta de la llamada “Generación Z”.
¿Qué exigen exactamente?
- Plan anti-extorsión específico para transporte urbano (inteligencia, patrullaje focalizado, capturas y protección a denunciantes).
- Mesa de alto nivel con cronograma y metas verificables (Interior, Justicia, Transportes, ATU, Fiscalía).
- Seguro de vida por muerte a causa de extorsión y un fondo de emergencia para víctimas.
- Protocolos operativos: escoltas en corredores críticos, control de motocicletas sin placa, operativos en paraderos y depósitos, y monitoreo de rutas con CCTV.
- Relevo y evaluación de autoridades: hay pedidos de renuncia de los titulares de Interior, Justicia y Transportes, y cuestionamientos al Defensor del Pueblo por “silencio” ante el tema.

¿Cómo va la jornada?
- Bloqueos y caravanas: en SJL, buses del Consorcio Roma cerraron tramos de la Vía Central y Wiesse; en Puente Piedra, la Línea 41 detuvo unidades en la Panamericana Norte; Vipusa replicó acciones en la Panamericana Sur.
- Desvíos y servicios restringidos: la ATU limitó el Corredor Morado hasta Bayóvar y suspendió el alimentador Puente Piedra por bloqueos.
- Clases virtuales: UNI, PUCP, UARM y facultades de San Marcos migraron temporalmente a virtual ante la dificultad de traslado.
- Acción policial: cordones de la PNP impidieron el ingreso de buses a Abancay. En algunos puntos se permitió continuar a pie, lo que tensó los ánimos.
- Incidentes: se reportó un despiste de una unidad del Corredor Morado en SJL tras un bloqueo; no hay saldo oficial de heridos. También se denunciaron llantas reventadas y daños menores a vehículos en Puente Piedra.
¿Qué dice el Gobierno?
- ATU anunció desvíos y pidió tomar previsiones.
- Interior/PNP desplegaron efectivos en accesos sensibles (Acho, Caquetá, Tres Ruedas) para evitar enfrentamientos y liberar carriles.
- A nivel político, aún no hay un paquete integral anti-extorsión para transporte con plazos y metas públicas, que es justamente el vacío que el gremio busca forzar.

¿Quiénes se suman (y quiénes no)?
- La Asociación Nacional de Conductores asegura adhesión de >30% de las 499 empresas de Lima.
- ANITRA no participa en estas 48 horas, pero advierte que podría articular una medida posterior si la inseguridad persiste.
- Dirigentes planean una “mesa de diálogo en marcha” y evalúan una fecha para un paro nacional si continúan los ataques.
Impacto en la ciudad
- Movilidad: embudos en Panamericana Norte/Sur, SJL, Rímac y Cercado. Miles de usuarios caminaron largas distancias para hacer trasbordos.
- Economía: pérdidas por horas-hombre, combustible y caída de oferta en rutas troncales; alza temporal de pasajes en corredores Lima–Callao.
- Riesgo: el “paro indefinido” sigue sobre la mesa si no hay medidas concretas; un escalamiento podría impactar en abastecimiento y asistencia laboral.

¿Qué viene?
- A mediano plazo: discutir tecnología obligatoria (GPS, panic button, cámaras internas), reglas de control de motos y un seguro sectorial.
- Hoy y mañana (48 h): marcha a Plaza San Martín con objetivo de llegar al Congreso y entregar plataforma de exigencias.
- A corto plazo: el gremio quiere salir de la lógica de promesas e instalar un Comité de Crisis con reuniones semanales, indicadores de captura de extorsionadores, protección a testigos y un mapa de calor público por rutas.
El paro revela algo más profundo que un conflicto laboral: muestra cómo la inseguridad erosiona servicios esenciales y empuja a la economía urbana a la informalidad y al miedo. Una respuesta eficaz no es un discurso ni un operativo aislado; es un acuerdo verificable entre Estado, operadores y ciudadanía, donde cada semana se rinda cuentas sobre capturas, protección y circulación segura. Sin eso, el volante seguirá girando en vacío.