
El presidente del Consejo de Ministros de Perú, Gustavo Adrianzén, se pronunció con firmeza respecto a la reciente difusión de audios que se atribuyen a Patricia Muriano, exasistenta personal de la presidenta Dina Boluarte. En dichas grabaciones, se mencionan supuestas irregularidades en la historia clínica de la mandataria, así como detalles sobre una intervención quirúrgica que habría sido encubierta. Durante una rueda de prensa, Adrianzén rechazó categóricamente la veracidad del material filtrado, calificándolo como poco confiable y acusando a la prensa de prestarse a la difusión de información sin sustento comprobable.
Postura del Primer Ministro
Desde la sede de la PCM, Gustavo Adrianzén manifestó su incredulidad ante la legitimidad de los audios difundidos. Según sus declaraciones, la procedencia de estos materiales no está clara, lo que pone en duda su autenticidad. “Yo, por supuesto, no puedo dar fe, ni tampoco doy ninguna credibilidad a audios de esa naturaleza que llegan a la prensa sin tener un origen absolutamente anónimo. Y en aquello, por supuesto, no se puede confiar”, señaló el primer ministro ante los medios.
Además, insistió en que, en lugar de generar un escándalo mediático, quienes posean pruebas sobre presuntas irregularidades deberían acudir a las instancias pertinentes. “Si alguien tiene información de un proceso que se encuentra en investigación, no corresponde ir a la prensa. Lo que corresponde es presentarse en las instancias jurisdiccionales respectivas y allí presentar las pruebas de su dicho”, enfatizó Adrianzén, subrayando su molestia con la difusión de contenido que, según él, carece de respaldo verificable.
Detalles del Contenido Filtrado
Los audios, publicados en el programa dominical Cuarto Poder, han desatado un debate público al exponer presuntas irregularidades dentro del gobierno. En las grabaciones, la voz atribuida a Patricia Muriano menciona que la presidenta Boluarte se sometió a una rinoplastía con el cirujano Mario Cabani y que, con el fin de ocultar la intervención, se habrían manipulado registros médicos en la clínica Sanna. Se sugiere que el procedimiento no habría sido médicamente necesario, sino que respondería a fines estéticos.
Además, en las grabaciones se alega que Mario Cabani no cobró por la intervención quirúrgica y que no se habría generado un historial clínico oficial sobre el procedimiento. Una de las frases filtradas dice: “No, no lo cobraba. Y ni siquiera hay historia clínica, que hagan esa historia clínica es falso”. De confirmarse estas afirmaciones, se abriría un debate sobre la ética y legalidad de estas acciones.
Otro punto que ha causado revuelo es la supuesta injerencia de Nicanor Boluarte, hermano de la mandataria, en la toma de decisiones gubernamentales. Según el contenido de los audios, su influencia dentro del Ejecutivo habría sido más significativa de lo que se ha reconocido públicamente.
El Vínculo Entre Boluarte y Muriano
Dina Boluarte y Patricia Muriano mantenían una relación cercana desde 2019, cuando ambas trabajaban en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Muriano, quien en ese momento era secretaria en la oficina de Higuereta, pasó a convertirse en una persona de confianza de la ahora presidenta.
Con el ascenso de Boluarte a la vicepresidencia en 2021, Muriano fue designada como su asistenta personal, papel que desempeñó hasta 2023. Su cercanía con la mandataria le permitió manejar información de alto nivel, lo que la convirtió en una pieza clave en la organización de su agenda y en el control de acceso a su entorno inmediato. No obstante, su salida del cargo se dio en medio de sospechas de filtraciones de información a Alberto Otárola, entonces primer ministro.
Impacto Político y Reacciones
El escándalo generado por estos audios ha generado diversas reacciones en el espectro político. Mientras que los sectores opositores exigen una investigación a fondo sobre las acusaciones vertidas en las grabaciones, el oficialismo ha cerrado filas en defensa de la presidenta Boluarte y ha acusado a la prensa de promover una campaña de desprestigio sin pruebas fehacientes.
Diversos analistas han señalado que este nuevo episodio de crisis política podría afectar la estabilidad del gobierno en un contexto ya tenso. La gestión de Boluarte ha sido objeto de cuestionamientos constantes, y este nuevo escándalo no hace más que incrementar la desconfianza sobre su administración.
El pronunciamiento de Gustavo Adrianzén refuerza la postura del Ejecutivo de rechazar las acusaciones contenidas en los audios, mientras que el caso sigue generando debate en la opinión pública. La controversia sobre la supuesta manipulación de la historia clínica de la presidenta y la influencia de su entorno inmediato continúa siendo objeto de escrutinio. En tanto, la difusión de los audios ha desatado una fuerte división entre quienes exigen transparencia y quienes ven en estas acusaciones una maniobra política. El desenlace de este escándalo dependerá de si las autoridades judiciales deciden iniciar una investigación formal o si, como sostiene Adrianzén, el caso termina siendo desestimado por falta de pruebas verificables.
