Fuego incontrolable, damnificados en la calle y un sistema de emergencia al borde del colapso
El Centro Histórico de Lima se ha convertido en un escenario de caos y destrucción. Un incendio que comenzó en un almacén clandestino en Barrios Altos ha consumido más de 10 quintas, dejando decenas de familias en la calle, mientras los bomberos siguen sin poder controlar las llamas después de 36 horas de lucha incesante.
Los vecinos, desesperados, denuncian falta de fiscalización y una respuesta tardía de las autoridades, mientras que estructuras colapsadas y el humo tóxico agravan la emergencia. Con los bomberos exigiendo refuerzos y Sedapal intentando solucionar el problema de la baja presión de agua, el desastre parece lejos de terminar.
CRONOLOGÍA DEL INCENDIO: EL AVANCE DEL DESASTRE
Martes 5 de marzo
🔹 10:00 a. m. – El fuego sigue sin control en varios sectores. Bomberos denuncian problemas de abastecimiento de agua y las estructuras debilitadas impiden un ataque frontal al incendio.
🔹 12:00 p. m. – Las llamas siguen consumiendo parte de las edificaciones colindantes. Se confirma la existencia de almacenes clandestinos que operaban en la zona sin ningún tipo de regulación.
🔹 3:00 p. m. – Intentos fallidos de ingresar al edificio donde se originó el incendio. Las altas temperaturas y el riesgo de colapso obligan a los bomberos a cambiar su estrategia.
🔹 6:00 p. m. – La Policía Nacional y Serenazgo restringen el acceso a la zona. Vecinos duermen en la calle, resguardando lo poco que pudieron recuperar.
🔹 9:00 p. m. – Se confirma que 17 personas han sido atendidas por inhalación de humo. El fuego sigue ardiendo en el corazón del siniestro, avivado por el material inflamable del almacén clandestino.
Miércoles 6 de marzo
🔹 1:00 a. m. – Un edificio colapsa repentinamente, generando una nube de humo y reavivando el temor de los damnificados.
🔹 3:30 a. m. – Bomberos continúan arrojando agua en las zonas afectadas, pero advierten que las llamas podrían reavivarse por la cantidad de escombros calientes.
🔹 6:00 a. m. – Defensa Civil inspecciona la zona y confirma que varias estructuras corren el riesgo de colapsar en las próximas horas.
🔹 10:00 a. m. – A pesar de los esfuerzos, el fuego no ha sido extinguido en su totalidad. Equipos de emergencia siguen trabajando para evitar que la tragedia se expanda.
¿Por qué no se ha controlado el incendio?
A pesar de los esfuerzos del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, el incendio ha resultado difícil de controlar debido a varios factores estructurales y operativos. En primer lugar, el siniestro se inició en un almacén clandestino donde se guardaban juguetes y otros materiales altamente inflamables, lo que provocó una rápida expansión del fuego hacia los edificios colindantes.
Otro problema crítico ha sido el acceso a la zona. Las calles angostas y la presencia de comercio ambulatorio han obstaculizado el ingreso de las unidades de emergencia, limitando su capacidad de maniobra. Además, los propios bomberos han denunciado que la baja presión del agua ha sido un factor determinante en la lentitud del trabajo, ya que las redes de distribución en esta parte del Centro Histórico de Lima no cuentan con la infraestructura adecuada para abastecer un incendio de tal magnitud.
El riesgo de derrumbe ha sido otro obstáculo. Varias estructuras debilitadas por el fuego han comenzado a colapsar, impidiendo que los bomberos ingresen a ciertos sectores donde aún persisten focos activos de calor. Esta situación ha obligado a extremar las precauciones y ha ralentizado la remoción de escombros y el enfriamiento de la zona.
Familias damnificadas: pérdida total y desesperación
El incendio no solo ha destruido edificaciones, sino que también ha dejado a decenas de familias sin hogar. Muchas de ellas han pasado la noche en la calle, resguardando lo poco que lograron salvar de sus viviendas. Hasta el momento, no han recibido una respuesta clara sobre su reubicación ni asistencia suficiente para afrontar la crisis.
El temor a saqueos ha llevado a que muchos damnificados se nieguen a abandonar la zona, a pesar del riesgo latente de nuevos colapsos. A esto se suma la preocupación por la salud de los afectados. Según el Ministerio de Salud, al menos 17 personas han sido atendidas por problemas respiratorios debido a la inhalación de humo tóxico.
Los vecinos de Barrios Altos han expresado su indignación ante la falta de fiscalización en la zona. Denuncian que los almacenes clandestinos han proliferado sin control en edificios antiguos y mal acondicionados, convirtiéndolos en potenciales trampas mortales en caso de incendios.
Respuesta del gobierno y el apoyo de Sedapal y el Ejército
Ante la magnitud de la emergencia, diversas entidades han desplegado recursos para apoyar a los bomberos y a los damnificados. El Ejército del Perú ha enviado cisternas de agua para reforzar las labores de extinción, mientras que Sedapal ha puesto a disposición más de 30 camiones cisterna para mitigar la escasez de agua en la zona.
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) ha habilitado albergues temporales en el Cercado de Lima, aunque la capacidad de estos espacios es insuficiente para albergar a todas las familias afectadas. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) ha comenzado a evaluar los daños y a coordinar con la Municipalidad de Lima medidas para la recuperación de la zona.
Sin embargo, la respuesta gubernamental ha sido cuestionada por los vecinos, quienes consideran que la reacción ante la emergencia ha sido tardía e insuficiente. Además, exigen que se investigue la responsabilidad de las autoridades en la falta de fiscalización de los almacenes clandestinos que operaban en la zona afectada.
El incendio aún no se extingue: ¿qué sigue ahora?
A pesar de los esfuerzos, el fuego sigue sin ser extinguido en su totalidad. Los bomberos han señalado que podrían tardar varias horas más en sofocar completamente las llamas, debido a los focos activos en las estructuras colapsadas.
El riesgo de nuevos derrumbes sigue latente, lo que ha llevado a las autoridades a evaluar la demolición de algunos edificios que han quedado gravemente comprometidos. Defensa Civil y el Ministerio de Vivienda están coordinando acciones para asegurar que las estructuras en peligro no representen una amenaza adicional para la población.
Mientras tanto, los damnificados exigen soluciones concretas. Piden al gobierno que se les garantice un plan de reubicación y asistencia inmediata. También demandan una investigación sobre la falta de control municipal en la zona, pues consideran que esta tragedia pudo haberse evitado si se hubieran tomado medidas preventivas con anticipación.
El incendio en Barrios Altos no solo ha dejado destrucción material, sino que ha expuesto las graves deficiencias en la fiscalización y respuesta ante emergencias en Lima. Las próximas horas serán clave para determinar la magnitud real de las pérdidas y la responsabilidad de las autoridades en esta crisis.