Dos años después del fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, el país sigue enfrentando divisiones políticas, mientras Dina Boluarte cumple dos años de gestión marcada por escándalos e impopularidad.
El fallido golpe de Estado: Una fecha que marcó al Perú
El 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo sorprendió al país con un mensaje a la nación que buscaba disolver el Congreso y gobernar mediante decreto. Sin el respaldo de las Fuerzas Armadas ni de la Policía Nacional, su intento de instaurar un “gobierno de excepción” fue un fracaso.
Castillo fue detenido mientras intentaba buscar asilo en la embajada de México, siendo destituido por “incapacidad moral permanente” con 101 votos en el Congreso. Desde entonces, permanece en prisión preventiva, enfrentando cargos por rebelión, conspiración y corrupción.
Las divisiones tras el golpe
El fallido golpe dividió a la sociedad peruana. Por un lado, sectores criticaron a Castillo por llevar al país al borde del caos institucional; por otro, sus seguidores lo ven como una víctima de las élites que buscaban sabotear su gobierno desde el inicio.
En su más reciente mensaje, Castillo desde prisión calificó su destitución como un “golpe de Estado de la ultraderecha” y criticó duramente a la actual presidenta Dina Boluarte, a quien llamó “traidora y usurpadora”.
El ascenso de Dina Boluarte y dos años de escándalos
Tras la destitución de Castillo, Dina Boluarte asumió la presidencia, convirtiéndose en la primera mujer en liderar el país. Sin embargo, su mandato no ha estado exento de polémicas.
En dos años, Boluarte ha acumulado ocho investigaciones en su contra, que incluyen casos como el “Rolexgate”, presunto enriquecimiento ilícito y las muertes ocurridas durante las protestas que pedían su renuncia. A pesar de esto, el Congreso, dominado por una coalición liderada por Fuerza Popular y APP, ha evitado destituirla.
Un gobierno sin respaldo popular
Boluarte enfrenta una aprobación histórica del 3%, siendo una de las mandatarias más impopulares del mundo. Según encuestas, el 94% de la población desaprueba su gestión.
A pesar de las críticas, el Congreso sigue blindándola. De las ocho mociones de vacancia presentadas en su contra, ninguna logró siquiera ser admitida a debate debido al respaldo de sus aliados legislativos.
Las investigaciones más graves
Entre los casos más relevantes que enfrenta Boluarte destacan:
- Protestas y represión: Las muertes ocurridas durante manifestaciones en su contra, con denuncias de homicidio calificado.
- Rolexgate: La no declaración de relojes y joyas de alto valor.
- Enriquecimiento ilícito: Presuntas irregularidades relacionadas con el caso “Los Dinámicos del Centro”.
El futuro político de Dina Boluarte
La continuidad de Boluarte en el poder es incierta. Diversos sectores esperan que convoque elecciones generales, programadas tentativamente para 2026, mientras las demandas por una nueva Constitución y el cierre del Congreso siguen latentes.
El líder de APP, César Acuña, y otros legisladores han manifestado que la vacancia no es una prioridad. Sin embargo, voces como la de Susel Paredes impulsan una nueva moción de vacancia presidencial.
Dos prófugos y más censuras
El gobierno actual también se ve marcado por la fuga de Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta, y Vladimir Cerrón, líder de Perú Libre. Ambos enfrentan graves acusaciones sin que hasta ahora hayan sido capturados.
A esto se suman las censuras de ministros clave, como Vicente Romero (Interior) y Rómulo Mucho (Energía y Minas), lo que evidencia una gestión con serios problemas de estabilidad.
Un país dividido y un gobierno cuestionado
A dos años del fallido golpe de Estado de Castillo, el Perú sigue atravesando una crisis política y social. Dina Boluarte, con una gestión marcada por escándalos e impopularidad, se mantiene en el poder gracias al blindaje del Congreso.
El futuro político del país dependerá de si las instituciones pueden superar las divisiones y atender las demandas de la ciudadanía, que clama por cambios profundos en el sistema político.