El hallazgo del cuerpo de Darwin Condori deja más preguntas que respuestas. ¿Qué ocurrió realmente en la habitación 303 del hostal?
Cabos sueltos en el caso Condori: ¿Suicidio o encubrimiento?
El descubrimiento del cuerpo sin vida del suboficial Darwin Condori, principal sospechoso del feminicidio de Sheyla Cóndor, ha desatado un intenso debate en torno a las circunstancias de su muerte. Fue encontrado en una habitación de un hostal en San Juan de Lurigancho, colgado de un rack de televisor con una correa y con cortes en las muñecas. La escena, lejos de aclarar dudas, ha generado una serie de interrogantes.
¿Qué ocurrió en la habitación 303?
La Policía Nacional del Perú (PNP) encontró a Condori en un aparente estado crítico y decidió trasladarlo a una clínica, donde se confirmó su fallecimiento. Sin embargo, esta acción ha sido duramente cuestionada por expertos legales y ciudadanos, quienes alegan que la manipulación de la escena contaminó posibles evidencias cruciales.
Según el abogado de la familia de Sheyla Cóndor, esta intervención sin protocolo dificultará determinar si fue un suicidio o un asesinato. El cuerpo que presentaba lesiones que incluyen un surco en el cuello y cortes en las muñecas, pero la posición del cadáver y la estructura del rack levantan dudas sobre si Condori realmente se quitó la vida.
La controversia del protocolo policial
La PNP admitió errores en el manejo de la escena. El coronel Ricardo Espinoza, jefe de Homicidios, indicó que los agentes actuaron asumiendo que el cuerpo aún tenía signos vitales, pero su accionar contradice las normativas establecidas.
La falta de guantes y la ausencia de un médico legista o fiscal en el lugar del hallazgo generan sospechas de encubrimiento. Además, se encontraron inconsistencias en la forma en que se colgó el cuerpo y en el escaso sangrado que hubo en el lugar, lo que aumenta las hipótesis de un posible asesinato.
Una carta y más dudas
En la habitación se halló una carta de despedida que Condori habría dirigido a sus familiares, sin mostrar arrepentimiento por el feminicidio de Sheyla Cóndor. Sin embargo, críticos cuestionan la autenticidad de esta evidencia, ya que podría haber sido plantada para reforzar la teoría del suicidio.
Reacciones y demandas de justicia
La exministra Ana Jara se sumó a los cuestionamientos, señalando que la manipulación de la escena del crimen podría comprometer la investigación. Desde su cuenta de redes sociales, pidió una revisión exhaustiva de las cámaras del hotel y una actuación más rigurosa de la fiscalía.
La familia de Sheyla Cóndor, por su parte, exige celeridad en las investigaciones para esclarecer si Condori actuó solo o si otros agentes de la PNP están involucrados. Su abogado asegura que varios sospechosos han sido liberados sin medidas preventivas, lo que pone en riesgo el avance del caso.
El rol de la Fiscalía y los retos en el caso
La Fiscalía enfrenta el desafío de determinar si la muerte de Condori fue un suicidio o un asesinato destinado a silenciarlo. Las pruebas forenses serán clave, pero los errores iniciales en el manejo de la escena del crimen podrían dificultar las conclusiones.
Además, la opinión pública exige que se investigue a fondo la posible complicidad de otros oficiales en el feminicidio de Sheyla Cóndor, así como las fallas en la respuesta institucional frente al caso.
Un llamado a la verdad
La muerte de Darwin Condori y el feminicidio de Sheyla Cóndor reflejan las graves deficiencias en el sistema de justicia peruano. Mientras la familia de Sheyla clama por justicia, el país entero espera respuestas claras que disuelvan las sombras de impunidad.